Francisco Briones R.
14 de nov de 20163 min.
Ecuador está en época electoral y el interés por quién ganará la carrera presidencial cada día crece más. Por eso he desarrollado un algoritmo para tratar de proyectar qué podría pasar en febrero próximo.
En esta ocasión les presento los resultados presidenciales utilizando la información pública sobre la encuesta presidencial de Cedatos. Históricamente ha sido una de las dos encuestadoras que mejor se han aproximado al resultado real de las elecciones (en mi post anterior “Lo que necesita saber sobre las encuestas” hay evidencia para esta aseveración).
A medida que se vayan divulgando datos de Cedatos (o de CIEES) actualizaré y publicaré los resultados obtenidos. Los resultados proyectados para asambleístas los mostraré próximamente.
Es muy importante hacer énfasis que de acuerdo a Cedatos existe más del 50% de indecisión en el electorado. Las conclusiones presentadas a continuación las hago asumiendo que la intención de voto de los indecisos es la definitiva. Por consiguiente, existe un sesgo en el resultado.
Conclusiones:
Con los datos a octubre de 2016 no habría segunda vuelta.
El ganador de la elección sería el candidato Lenin Moreno (PAIS) y el segundo lugar para el candidato Guillermo Lasso (CREO).
La votación de la candidata Cynthia Viteri, tercer lugar, es la mitad de la de Lasso y casi la cuarta parte de la de Moreno.
Todos los demás (a partir del cuarto lugar) obtienen una votación conjunta del 12%.
Lenin Moreno ganaría la elección en una sola vuelta por 439.711 votos. Bajo el supuesto que todos esos votos fuesen captados por Lasso, habría segunda vuelta.
En otro escenario, asumiendo que los votos de Moreno son intocables, Lasso debería quitarle 879.421 votos a todos los demás candidatos (incluyendo nulos y blancos) para pasar a segunda vuelta.
Para que exista segunda vuelta, Lasso debería obtener mínimo 29% de intención de voto en las encuestas. Y esperar que Moreno no suba del 37%.
El factor de indecisión es del 52%. Esto significa aproximadamente 6,4 millones de votos. En ellos radica el resultado final de la elección.
Lo anterior podría pintar imposible para la oposición (si descartáramos el sesgo que advertí al inicio). Pero desde otra perspectiva también podríamos decir que Moreno, representante del oficialismo, ha perdido alredor de 1,5 millones de votos corresitas en relación al 2013. De Lasso, que va segundo, se podría decir que ha sostenido su nivel de votación a pesar del elevado índice de indecisión. Por lo que considero que sí es posible que las distancias se acorten un poco más.
Todo dependerá de la coyuntura política y económica, y fundamentalmente de cuántos de los indecisos (6,4 millones) que estén determinados a no votar por el oficialismo terminen votando por los más opcionados en la oposición. En el caso de Lasso es menos complicado, necesitaría solo la séptima parte del voto dubitativo. Para Viteri, que viene tercera y más lejos, es un poco más complicado pues requeriría más de 2 millones de votos adicionales, alrededor de la tercera parte de los indecisos, y que la votación de Lasso baje a la mitad. Ambos necesitarían ir tras esos votos y esperar que Moreno al menos no crezca para llegar a segunda vuelta.
Espero que tener esta información le ayude a decidir efectivamente su voto si no lo ha hecho aún.
¿Qué pasaría si las elecciones fuesen ahora (con sesgo de indecisión)?
¿Qué pasaría si el inmediato seguidor de Moreno obtiene el 29% en la intención de voto?