Ante una necesidad de financiamiento (déficit fiscal más pago de deudas) que supera los $10.000 millones para el Presupuesto General del Estado (PGE) del 2016 y la dificultad para conseguir endeudamiento en los mercados internacionales, el presidente Rafael Correa envió por decimotercera ocasión una nueva reforma tributaria a la Asamblea Nacional. El objetivo es netamente recaudatorio. Para el Presidente se trata de un “paquetazo de la Revolución Ciudadana” que buscaría aportar unos $800 millones al PGE. Por eso lo denominaron proyecto de “Ley Orgánica para el Equilibrio de las Finanzas Públicas”.
¿Qué propone la reforma? Se podrían abordar los temas por tres grandes grupos: (1) reforma a impuestos a consumos especiales (cigarrillos, cervezas, telefonía, etc.), (2) restricciones a la salida de divisas (ISD) y fomento del dinero electrónico, y (3) otros ajustes tributarios.
El Presidente envió este proyecto con carácter de urgente en materia económica, lo que implica que la Asamblea Nacional debe tratarlo en un lapso de 30 días o menos.
Pero la situación del Ecuador preocupa. La economía que viene desacelerándose desde el año 2011 se encontraría este año en la parte más difícil del ciclo: la contracción económica. Ya en el 2015 el crecimiento no superó ni lo que es considerado como error estadístico, por lo que hablar de expansión sería un error. Nos estancamos. Mientras que para el 2016 recientes estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostican escenarios que van del -0,1% al -4,5% de contracción del Producto Interno Bruto (PIB). Por su parte, el Banco Central del Ecuador (BCE) es el más optimista y proyecta una expansión similar a la del 2015, es decir 0,4%.
Fuente: Banco Central del Ecuador.
Subir impuestos en época de crisis va incluso contra la teoría. Las crisis son períodos en los que el sector privado se encuentra muy debilitado. Por lo general son etapas de reestructuración y reorganización que requieren mayor estabilidad normativa para poder adaptar rápidamente su estructura y procesos para alcanzar mejores resultados. En este contexto, los textos de teoría económica recomiendan incluso bajar los impuestos para dinamizar la economía y aumentar el poder adquisitivo de las empresas y las familias.
Además, se proponen más impuestos para poder mantener elevado el gasto público y no como medida excepcional por alguna falta imprevista de ingresos. La reforma para aumentar los impuestos sin reducir el gasto público no contribuye a solucionar el déficit fiscal ni tampoco hará más eficiente la calidad del gasto. El rol del Estado en épocas de crisis debiera enfocarse en adecuar su tamaño a fin de dejar capital y margen de maniobra para que los negocios puedan reactivarse y crecer sostenidamente. Respaldar una reforma tributaria expansiva implicaría respaldar la expansión del gasto público cuando la solución es lo contrario, recortarlo.
Pero otra opción que maneja el régimen es regresar por tercer año consecutivo a los mercados financieros internacionales. De acuerdo a información difundida por Reuters, una delegación del Gobierno Nacional visitó a inversores en Londres, Boston, Los Ángeles, San Francisco y Nueva York entre el 29 de marzo y el 4 de abril. Al igual que en las colocaciones anteriores, los encuentros fueron dirigidos por el banco de inversión Citigroup. Actualmente los bonos a 10 años de Ecuador tienen un rendimiento de 13,24%, mientras que los de 5 años pagan 15,05%. Valores similares serían los que debería pagar el país si quisiera realizar una nueva colocación de bonos.
Las recientes reformas laborales y ahora la tributaria, confirman el escenario de crisis que atraviesa el Ecuador pero no atacan los problemas de fondo. Ecuador necesita flexibilidad en los esquemas de contratación, salarios ligados a la productividad y una reforma tributaria que alivie la carga impositiva y regulatoria sobre los negocios. Es decir, las reformas planteadas van en contravía. Lo que necesita Ecuador es simplificar, reducir y eliminar impuestos.
Reformas tributarias cada 9 meses en Ecuador
El Gobierno atraviesa dificultades por todas sus fuentes de financiamiento. Ya no solo se enfrenta a menores ingresos petroleros por el bajo precio del crudo y a financiamiento externo caro por la desgastada imagen crediticia del país, sino que también sufre por una importante caída de los ingresos tributarios. Esta es otra razón por la que el presidente Correa envió la nueva reforma tributaria.
Actualmente los ingresos tributarios financian casi la mitad del Presupuesto del Estado. Pero esto se debe a la caída de los ingresos petroleros. En el 2015 los ingresos tributarios ascendieron a $15.705 millones, lo que significó el 46% de los ingresos totales del PGE. Para este año se ha proyectado algo similar, pues el 52% de los ingresos de la Proforma son de origen tributario, mientras que los ingresos por el crudo representan apenas el 17%. Este hecho no significa la reducción de la petrodependencia en la economía pues el PGE cuenta con un hueco fiscal de por lo menos $5.000 millones precisamente por no haber equilibrado el presupuesto cuando el petróleo estuvo en su más alto precio histórico.
Con la aprobación de la nueva reforma este mes pudiéramos decir que las obligaciones tributarias cambian cada 9 meses en Ecuador. La nueva reforma tributaria sería la decimotercera en 112 meses del gobierno de la Revolución Ciudadana (aunque han existido muchos casos de modificación o creación de impuestos en otras leyes). Esto equivale a que las reglas en este ámbito se modifican en promedio cada 9 meses. Por eso, más allá de la creciente carga regulatoria que deben enfrentar los negocios, lo que más afecta a la institucionalidad del país y su atractivo para las inversiones es la constante variación de las reglas impositivas. Este problema afecta sobre todo a la planeación estratégica y la valoración de los negocios por la incertidumbre que genera la inestabilidad tributaria.
Lo que cuesta pagar impuestos en Ecuador
Por medidas y comportamientos como la descrita anteriormente es que Ecuador ocupa el puesto 139 en ranking Pagando Impuestos 2016 (Paying Taxes). Se trata de un estudio publicado anualmente por el Banco Mundial y la firma consultora PwC (PricewaterhouseCoopers) como un complemento del informe Haciendo Negocios. El estudio mide la facilidad para pagar impuestos considerando el tiempo que se necesita, el número de impuestos y la carga impositiva en relación a las ganancias brutas. Ecuador ocupa el puesto 139 de 189 países analizados con una carga impositiva del 33% sobre los ingresos brutos.
De acuerdo al estudio, en Ecuador se destinan 4 meses al año para pagar impuestos. En promedio, en América del Sur toma 620 horas calcular, declarar y pagar impuestos. Son alrededor de 24 pagos que equivalen al 55% de las ganancias brutas. Esto la convierte en la región donde es más tedioso cumplir con las obligaciones tributarias a nivel mundial. El país de mayor incidencia es Brasil, en donde toma más de 2.600 horas al año pagar impuestos. Ecuador (654 h) aparece en cuarto lugar. Aquí cumplir con el pago de tributos y prestaciones laborales le toma a una empresa mediana 81 días laborables al año. El pago de las obligaciones patronales al IESS sigue siendo complejo pese al uso de sistemas informáticos.
Horas destinadas para el pago de impuestos
Fuente: Paying Taxes 2016
Por otro lado, Chile lidera el ranking regional ubicándose en la posición 33 de los 189 países evaluados. Con 7 pagos de impuestos por año, una carga impositiva sobre los ingresos brutos del 28,9% y un promedio de 291 horas para pagar tributos, Chile se erige como el mejor posicionado de la región.
Adicionalmente, el promedio mundial de los impuestos de seguridad social y a la renta fue en ambos casos cercano al 16% de la utilidad bruta. Es por eso que para PwC estos aportes pagados por los empleadores representan un impuesto escondido del negocio que encarece el costo laboral y desincentivan el empleo. En Ecuador por ejemplo el empleador paga 12,15% adicional al salario mensual de sus trabajadores por prestaciones de seguridad social.
Pero a pesar de todo esto, existen otras medidas recaudatorias en la agenda. La reforma tributaria no sería la única medida analizada por el régimen para financiar el gasto público. El Gobierno estudia además otras políticas para controlar la salida de divisas del país y continuar restringiendo las importaciones. Cualquiera que fuere (timbre cambiario, reformas al ISD, extender salvaguardias, etc.) tendrá necesariamente un costo económico para la sociedad que el Gobierno busca recaudar para financiar el déficit.
En Ecuador la política tributaria no concuerda ni con la teoría económica. Hubo impuestos durante el boom económico y ahora en plena crisis. Pagar impuestos en es cada vez más difícil y toma mucho más tiempo. La lógica es solo una: financiar un insostenible gasto público.
*Este artículo fue elaborado 3 semanas antes de su publicación original en la revista Industrias de la Cámara de Industria de Guayaquil. Por esta razón contiene algunos desfaces en los hechos. La revista completa está disponible en este enlace.
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