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Foto del escritorFrancisco Briones R.

Jesús yo te pido…

Llegó el mejor día del año. ¡Feliz navidad! Es tiempo de reflexión, de buenos deseos y buena vibra. Creyentes como no creyentes disfrutan esta fecha.


Hablemos de los deseos para el 2020. Jesús yo te pido…


Que se acabe la crisis. El próximo año será duro, muy difícil para los negocios. Como ya lo he mencionado antes, lo más probable es que la facturación caiga. Será difícil alcanzar las metas empresariales. Pero pensemos en positivo. El 2020 tiene que ser el año que Ecuador agarre un nuevo impulso. Que toquemos fondo, pero que sea el último año de crisis. Que empiece la reactivación y sea el inicio de años mejores de crecimiento y expansión.


Que dejemos los complejos del pasado. Ecuador merece y necesita dejar atrás las ideas, ideologías, propuestas y pensamientos que nos tiene en el subdesarrollo.


Hay que librarnos del complejo y miedo a la integración mundial. Abrir la economía es indispensable para ser más eficientes, competitivos y desaparecer las actividades que no crean valor alguno. Así de claro.


También hay que desprenderse de los prejuicios laborales. La fuerza laboral y el empresariado se necesitan mutuamente. El capital necesita trabajo, y sin trabajo no se genera capital. La flexibilización laboral no tiene que ser precarización. Sí es posible generar esquemas laborales con mayor adaptabilidad y soltura que le extienda la mano a los 5 millones de ecuatorianos en el desempleo e informalidad.


Que impere la ley. El desarrollo y crecimiento necesita instituciones sólidas que brinden confianza y estabilidad. Reglas del juego claras y permanentes. Nada es tan importante para los negocios como la garantía que nadie está por encima de la ley. Si las normas se respetan y la justicia es independiente las naciones son más exitosas.


Que mantengamos la paz. Que no se repitan los episodios de octubre pasado. Que el diálogo y los acuerdos sean la única vía de mediación y solución de conflictos y diferencias. Ecuador es un país de paz. No podemos tolerar ni propiciar el comportamiento vandálico. El país perdió $2,000 millones este año a causa del caos.


Que la clase política esté a la altura. El 2020 es año electoral, decisivo para el Ecuador. Necesitamos políticos que miren más allá de sus intereses. Verdaderos líderes con visión de país, comprometidos con el bienestar de los ecuatorianos. Que depongan posturas individuales por objetivos nacionales.


Que continúen las cosechas deportivas. El deporte nos une y el 2019 ha sido un gran año para el Ecuador. En fútbol, atletismo, halterofilia, box, ciclismo y tantas otras disciplinas hemos tenido representantes dignos que han puesto el país en la cima. Que continúen las glorias que nos sacan euforia y momentos de felicidad en medio de la adversidad. Salud campeones.


Y dicha y prosperidad para sus hogares. Sin importar la coyuntura, que siempre es pasajera, mis mejores deseos son para ustedes y sus familias. Que el 2020 sea lleno de nuevas y mejores cosas, y el porvenir lleno de bendición. Feliz Navidad.


Publicado originalmente en Primicias.

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